InicioVehículos EléctricosEn el futuro, dependeremos de la electricidad para el transporte.

En el futuro, dependeremos de la electricidad para el transporte.

La electromovilidad es una tendencia creciente: las ventas de vehículos eléctricos (VE) en la UE han pasado de menos de 50.000 unidades en 2010 a más de 500.000 en 2018. En algunos estados miembros como Francia o Alemania este crecimiento ha sido incluso mayor en los últimos años.

Sin embargo, aunque los vehículos eléctricos pueden ser una parte importante de la creación de una economía baja en carbono y la reducción de las emisiones de carbono, también vienen con sus propios desafíos, como la infraestructura de carga o la capacidad de almacenamiento de la batería en los viajes más largos.

Para superar estos retos y conseguir los máximos beneficios de la transición a la electromovilidad, es esencial que los países europeos sigan invirtiendo en fuentes de energía renovables, como parques eólicos y paneles solares. De este modo, podremos crear un sistema en el que la electricidad producida por fuentes renovables pueda almacenarse para su uso en aplicaciones de electromovilidad como las estaciones de carga y los propios vehículos eléctricos.

Electromovilidad y energías renovables

Las energías renovables y la electromovilidad son dos pilares fundamentales de la transición hacia una sociedad baja en carbono. Si bien es cierto que la electrificación del transporte también genera emisiones de CO2, éstas son menores que las de los motores de combustión. Además, se pueden utilizar fuentes de energía renovables para producir electricidad para cargar y descargar las baterías de los vehículos eléctricos.

Al mismo tiempo, la electromovilidad puede contribuir a aumentar la proporción de energías renovables en nuestro mix al reducir la demanda de combustibles fósiles y, por tanto, de productos petrolíferos. De hecho, el mayor ahorro de CO2 se conseguirá cuando se combinen ambas tecnologías.

El uso de coches eléctricos reduce su huella de carbono en torno al 80% en comparación con los vehículos convencionales, mientras que el uso de paneles solares o turbinas eólicas aprovecha las fuentes de energía renovables en lugar de los productos petrolíferos producidos por las industrias pesadas o el carbón (CO2).

Las ventajas de la electromovilidad también son evidentes desde el punto de vista de la calidad del aire. El uso de vehículos eléctricos reduce las emisiones y las partículas en las inmediaciones, al tiempo que reduce la contaminación acústica.

El uso de la electromovilidad también tiene un impacto positivo en el medio ambiente. La electricidad necesaria para alimentar los vehículos eléctricos puede producirse a partir de fuentes renovables como la energía solar y la eólica, lo que significa que no tienen emisiones de CO2 durante la conducción.

Energías renovables

La adopción de energías renovables puede ayudar a ahorrar dinero y proteger el medio ambiente.

Las energías renovables son más rentables que los combustibles fósiles.

La electromovilidad es mejor para el medio ambiente que los coches de gas.

Los coches eléctricos funcionan con electricidad, que se genera a partir de fuentes de energía renovables, como turbinas eólicas y paneles solares. Los vehículos eléctricos no emiten gases de efecto invernadero ni otros contaminantes al aire, lo que contribuye a reducir la contaminación atmosférica y a mejorar la calidad del aire.

Los coches eléctricos son más silenciosos que los vehículos tradicionales de gas. No tienen el ruido del motor de combustión, lo que ayuda a que sean más agradables de conducir.

Los coches eléctricos también son más eficientes que los vehículos tradicionales. Pueden recorrer distancias más largas con una sola carga, lo que reduce la necesidad de recargas frecuentes durante los viajes largos.

Los coches eléctricos también son más respetuosos con el medio ambiente que los vehículos tradicionales. No necesitan combustible ni cambios de aceite, lo que reduce la cantidad de residuos generados por los propietarios de los coches. Los vehículos eléctricos pueden cargarse en casa o en estaciones de carga públicas, lo que elimina la necesidad de combustibles fósiles.

Electromovilidad

La electromovilidad es una nueva forma de movilidad que utiliza la energía eléctrica para desplazarse. Puede dividirse en tres categorías básicas: vehículos eléctricos, vehículos eléctricos de batería y vehículos eléctricos de pila de combustible.

Un vehículo eléctrico (VE) funciona con una batería recargable a bordo que puede conectarse a un cargador o recargarse con la electricidad de la red. La mayoría se clasifican como vehículos híbridos porque tienen un motor de combustión interna convencional, así como una batería y un motor a bordo, lo que significa que pueden alternar entre la conducción eléctrica y la mecánica a voluntad.

En este sentido, los vehículos eléctricos pueden considerarse el último avance en la historia de los coches híbridos, aunque, a diferencia de sus predecesores, diseñados en gran medida para viajes cortos (como los de los taxistas), muchos vehículos eléctricos modernos tienen baterías lo suficientemente grandes como para permitirles recorrer largas distancias entre cargas.

El primer coche eléctrico fue construido en 1832 por Robert Anderson, un científico y químico inglés. Tenía una batería de plomo-ácido que pesaba unos 300 kilogramos y podía circular a una velocidad de hasta 16 km/h.

El primer coche eléctrico práctico fue construido por Thomas Parker en Londres en 1884. Tenía una autonomía de unos 80 km por carga y podía alcanzar una velocidad máxima de 25 km/h.

Los coches eléctricos fueron populares en Estados Unidos hasta alrededor de 1920, cuando empezaron a ser sustituidos por vehículos de gasolina. A finales de la década de 1930, sólo se vendían unos pocos coches eléctricos en Norteamérica.

Es importante conocer las energías renovables

Las energías renovables son importantes para el futuro, porque ayudarán a salvar nuestro medio ambiente. Las energías renovables también son buenas para la economía, porque crean puestos de trabajo y ayudan a reducir las facturas de electricidad. Por último, las energías renovables son importantes para tu comunidad porque crean puestos de trabajo y ayudan a reducir las facturas de electricidad.

La energía eólica procede de los molinos de viento; la energía solar, del sol; la energía hidroeléctrica, de los ríos y los océanos. La energía eólica es una de las fuentes de energía renovable más populares porque es limpia y barata. Los aerogeneradores producen electricidad convirtiendo la energía cinética del viento en energía mecánica. Este proceso se conoce como conversión de energía eólica en energía mecánica.

Los aerogeneradores pueden colocarse en tierra o en el agua. Las turbinas eólicas utilizan La electromovilidad y las energías renovables son dos conceptos que no sólo se complementan, sino que se necesitan mutuamente. Combinándolos, podemos contribuir a reducir nuestra dependencia de los combustibles fósiles y hacer de nuestras ciudades lugares más limpios y saludables para vivir.

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