España es un actor global en la industria de las energías renovables, y sus recursos eólicos se encuentran entre los más avanzados del mundo.
De hecho, España es uno de los tres únicos países que cuenta con una red de transporte totalmente eléctrica y también tiene la mayor proporción de ciudadanos conectados a Internet a través de servicios digitales. Por lo tanto, España tiene una fuerte posición en este sector.
A la luz de la fuerte apuesta de España por las iniciativas verdes y su creciente compromiso con la energía eólica, tiene sentido que el país invierta cada vez más en esta fuente de energía renovable. Las inversiones en energía eólica han aumentado drásticamente en los últimos años.
Solo en 2016, las empresas españolas invirtieron 1.600 millones de dólares en gastos de capital en el sector energético, casi el doble de lo que pusieron en proyectos cuatro años antes.
Este crecimiento puede atribuirse a dos factores: el aumento de las instalaciones y el descenso de los costes de los proyectos debido a los avances tecnológicos, así como al apoyo gubernamental al desarrollo.
España es un actor global en la industria de las energías renovables: ¿qué significa esto para el país?
España es líder en el uso de energías renovables y un actor global en la industria de las energías renovables. El país alberga importantes centrales eólicas, solares e hidroeléctricas que se encuentran entre las más avanzadas del mundo.
Además, España es el sexto país del mundo que más invierte en energías renovables y, según documentos del Gobierno, está en vías de cumplir su objetivo de que en 2020 el 20% del consumo total de energía proceda de fuentes renovables.
Las inversiones españolas en energía eólica han aumentado drásticamente en los últimos años
En 2016, las empresas españolas invirtieron 1.600 millones de dólares en gastos de capital en el sector energético, casi el doble de lo que pusieron en proyectos cuatro años antes.
Este crecimiento puede atribuirse a dos factores: el aumento de las instalaciones y la reducción de los costes de los proyectos gracias a los avances tecnológicos, así como el apoyo del gobierno al desarrollo.
En 2004, España puso en marcha una ley que contribuyó a impulsar el sector al ofrecer un tratamiento fiscal favorable a los proyectos de energías renovables. Esta ley, conocida como ley «biauxil», fomentó las inversiones en el sector de las energías renovables al eximir del impuesto de sociedades a determinados equipos y servicios utilizados en proyectos de energías renovables.
La ley fiscal española ha ayudado a la industria de las energías renovables a prosperar. El sector generaba alrededor del 2% del PIB del país en 2006, pero en 2015 representaba el 8% del PIB del país, y se estima que la energía eólica y la energía solar representarán juntas casi la mitad del mix energético de España en 2020.
El gobierno ha apoyado al sector: ¿qué sigue?
La apuesta española por las energías renovables ha sido ambiciosa desde el principio. El país dio pasos importantes en este sector bajo el gobierno del Partido Popular (PP) de Felipe González, que invirtió mucho en el sector y promovió las tecnologías de energías renovables.
De hecho, el Gobierno ha apoyado especialmente el sector de la energía eólica. Ha promovido la energía eólica a través de su programa nacional de desarrollo, Windy, y ha dirigido más de 1.000 millones de dólares en subvenciones de desarrollo a los promotores de proyectos del sector en la última década.
Además, los fabricantes españoles de aerogeneradores han experimentado un rápido crecimiento, especialmente en China. Las inversiones en energías renovables pueden tener sentido tanto desde el punto de vista nacional como de la inversión.
Invertir en energías renovables puede ayudar a satisfacer las futuras necesidades energéticas con menos emisiones de carbono y con una energía más barata y fiable.
Por ejemplo, si los combustibles fósiles se utilizan para generar el 90% del suministro de electricidad, la construcción de turbinas eólicas ayudará a evitar el consumo de más combustibles fósiles de los que se necesitarían.
España se beneficia de su ubicación, pero ¿seguirá siendo líder en energía?
España está considerada desde hace tiempo como líder en el uso de fuentes de energía renovables. El país cuenta con importantes centrales eólicas, solares e hidroeléctricas que se encuentran entre las más avanzadas del mundo.
Además, España es el sexto país del mundo que más invierte en energías renovables y, según documentos del Gobierno, está en vías de cumplir su objetivo de que en 2020 el 20% del consumo total de energía proceda de fuentes renovables.
El sector de la energía eólica en España es fuerte y está en expansión, y el país cuenta con los parques eólicos más productivos del mundo. Con unos recursos eólicos tan potentes, no es de extrañar que España se encuentre entre las naciones líderes en energía eólica.
Al mismo tiempo, España se enfrenta a varios retos importantes, como un suministro de viento consistente y adecuado, altos costes de construcción y operación, terrenos limitados y una cobertura geográfica limitada para los parques eólicos.
Además, el país tiene una de las rentas per cápita más altas del mundo, lo que dificulta que el ciudadano medio se comprometa a ahorrar energía de forma significativa.
España cuenta con algunos de los mejores científicos e ingenieros eólicos del mundo
El Consejo Superior de Investigaciones Científicas y el Sistema Nacional de Información Ambiental Unificado llevan trabajando juntos para crear un sistema nacional de información ambiental conocido como UNEIS desde 1999.
España ha sido uno de los países que más ha conseguido reducir sus emisiones de carbono desde 1999, cuando se convirtió en el primer país del mundo en cumplir su compromiso con el protocolo de Kioto.
Sin embargo, España también tiene una de las emisiones de carbono per cápita más altas del mundo, en parte debido a su elevado consumo de energía y a su alta densidad de población.
Sin embargo, estos retos pueden superarse utilizando tecnologías energéticas avanzadas, como la energía eólica, para generar electricidad y reducir las emisiones de carbono.
Se están creando puestos de trabajo en «tecnologías limpias»
aquí mismo, en España España no sólo es líder en el uso de fuentes de energía renovables, sino también en el desarrollo de tecnologías limpias. Un ejemplo de ello es el desarrollo de combustibles renovables, que actualmente emplea a unas 1.000 personas.
La producción de biodiésel, un combustible alternativo elaborado a partir de grasas animales y aceites vegetales, se ha vuelto cada vez más competitiva en los últimos años debido a los menores costes de la mano de obra y a la creciente popularidad de los coches eléctricos.
España también es líder mundial en la producción de energía solar, con paneles fotovoltaicos que representan casi el 60% de todos los nuevos paneles solares del mundo, según un informe de 2014.
¿Cómo pueden las empresas españolas seguir reduciendo los costes de los proyectos?
Para seguir siendo competitivas en el mercado, las empresas españolas deben reducir los costes de sus proyectos. Una forma de hacerlo es trabajar con contratistas especializados en proyectos de construcción.
Pero los contratistas también tienen que ser conscientes de las subvenciones gubernamentales disponibles para los proyectos de energías renovables, que pueden oscilar entre el 30% y el 50% del coste del proyecto.
Debido a la variabilidad de la energía eólica, algunos proyectos pueden requerir la construcción de una segunda turbina para obtener una producción adecuada. Esto puede añadir costes significativos al proyecto, pero también puede crear oportunidades de empleo al construir una capacidad adicional.
La inversión española en energía eólica se ha disparado en los últimos años. Este crecimiento puede atribuirse a dos factores: el aumento de las instalaciones y la reducción de los costes de los proyectos gracias a los avances tecnológicos, así como al apoyo gubernamental al desarrollo.
La energía eólica española se ha convertido en una de las más productivas del mundo. Las inversiones españolas en tecnología de energías limpias han sido muy exitosas. El país también ha sido líder en el desarrollo de combustibles renovables y energía solar.